Deshumidificador de Aire para Miel

Condiciones de ambientes ideales para la apicultura

Un desafío entre los apicultores, la variación en las condiciones climáticas durante la apicultura, la cosecha, el procesamiento y el almacenamiento de la miel, ponen en riesgo la consistencia, el sabor y la calidad de este tipo de producto. En el caso del exceso de humedad, el impacto va desde el momento de la cosecha hasta el manejo y comercialización de la miel.

Para lograr y preservar las cualidades deseadas de la miel de cada flor, se deben seguir los requisitos mínimos de calidad. Para alcanzar niveles internacionales y someterse a cualquier tipo de inspección, uno debe ser consciente de posibles fallas durante todas las fases.

La aplicación de buenas prácticas de apicultura incluye procedimientos que se refieren a los materiales utilizados, la ubicación de los colmenares, el manejo de las colmenas, la recolección y el transporte adecuado de los alvéolos, la limpieza y la higiene.

La creciente demanda de este mercado requiere que se produzca y procese un alimento seguro para servir mejor al segmento de la cocina sofisticada y también a otros establecimientos comerciales sin presentar riesgos de contaminación.

La temperatura ambiente y especialmente la alta humedad favorecen la aparición de contaminación física, química y biológica, capaz de influir en la aparición de microorganismos extraños debajo del producto. Y, para garantizar que la miel sea fabricada y comercializada de forma segura y con calidad, corresponde al productor conocer en profundidad su composición, así como las condiciones del entorno en el que es dejada, independientemente del período.

Control de calidad en la producción de miel

Seguir los parámetros de buenas prácticas de fabricación, requiere la atención de cada tipo de productor, ya sea el apicultor o simplemente el comerciante con respecto al nivel de humedad de los alimentos y el ambiente.

Un producto higroscópico, la miel tiene su nivel de humedad como indicador de madurez. Es necesario prestar atención al porcentual de HR que no debe exceder el 20%. También es indicado que el contenido ideal sea entre el 17% y el 18%. A medida que aumenta la cantidad de agua en forma de vapor presente en el lugar, más humedad absorberá la miel.

La cantidad de agua en la miel es una de las características más importantes, ya que influye directamente en su viscosidad, peso específico, madurez, cristalización, sabor, conservación y palatabilidad.

Sin embargo, el exceso de humedad sigue siendo un riesgo de calidad durante la recepción y cosecha de lo panales, centrifugación, filtración de miel, decantación y llenado.

En todas estas etapas, la humedad puede provenir de las condiciones climáticas de la región de producción, del uso de equipos y embalajes que no están secos y del cierre inadecuado del decantador. Hay muchas fuentes de humedad dentro de esta cadena.

Los cambios en el color y la fermentación debido a la acción de las levaduras se encuentran entre las principales consecuencias capaces de interferir en la calidad de la miel y poner en riesgo toda una producción.

Y, una vez que la calidad de este tipo de alimento se pierde durante el procesamiento en el almacén, difícilmente es recuperada.

Producción segura en todas las etapas de la fabricación de alimentos

Los organismos de supervisión tienen en cuenta innumerables aspectos para garantizar la calidad de un producto como la miel. Y, por lo tanto, corresponde a los apicultores implementar métodos y equipos capaces de satisfacer las necesidades y especificaciones de cada etapa.

Las condiciones del ambiente tienen un impacto significativo en el sistema de producción e interfieren en el logro de los objetivos de cada productor, ya sea expandiendo el tipo de miel producida o simplemente mejorando la producción. Algunos de los daños causados por el exceso de humedad pueden incluso ser difíciles de revertir.

Allí, existe una gran necesidad de controlar la humedad para preservar las características fisicoquímicas de la miel y también su empaque. Para mantener el equilibrio del ambiente a fin de ofrecer las condiciones ideales para el desarrollo de la textura, el sabor y la consistencia adecuada de la miel, es esencial el uso de un Desidrat.

Ya aplicado en otros sectores de la industria alimentaria, como el almacenamiento de granos y semillas, la producción de productos lácteos, chocolates e incluso productos de harina, para mantener el aire seco o acelerar los procesos, Desidrat permite determinar la humedad en los niveles ideales en cada etapa. Su uso asegura que cada tipo de miel tenga su nivel de humedad preservado hasta en un 20% e inhibe la proliferación de microorganismos nocivos, como los hongos.

Desde su extracción hasta su consumo final, es importante mantener los estándares de calidad para evitar pérdidas, tanto para la industria como para el consumidor final.

Los deshumidificadores Desidrat de Thermomatic se adaptan perfectamente a las necesidades de conservación de la miel. Producidos con la última tecnología, garantizan el control de la humedad de su entorno.

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