¿Qué más hay sobre el tema? ¿Hay algo importante que no haya preguntado por desconocimiento?

Faltó añadir que el verano es más húmedo, pues el aire caliente retiene más humedad que el aire frío. Sin embargo, en invierno las personas se dan baños más calientes, se cierran las ventanas, se hacen muchas tazas de té y todo el vapor de agua generado con esas acciones queda retenido dentro de las casas, ya que las puertas y ventanas permanecen mucho tiempo cerradas. Así, formamos un microclima ideal para la intensa proliferación de los hongos y ácaros en el ambiente. Es por este motivo que las crisis alérgicas se intensifican en invierno. En verano, aunque hay más humedad climática, se adoptan hábitos saludables como ventilar los ambientes, colocar mantas y almohadas y hasta la propia casa expuestas al sol. Disminuyendo la intensidad de las crisis alérgicas en esta época.