¿Cómo evitar el síndrome del edificio enfermo?
Descubra si síndrome del edificio enfermo puede hacer daño a la salud
El avanzo industrial ha impulsado la urbanización del país y la construcción de muchos edificios. Pero, todos esos inmuebles pueden sufrir con un problema común: Síndrome del edificio enfermo. Y para evitar que ese riesgo se convierta en realidad y perjudique la salud y la productividad de las personas, la solución es mantener el aire de ambientes internos libre de microorganismos e impurezas.
Hoy es posible contabilizar muchos edificios comerciales alrededor de muchos países. Son edificios en que operan empresas de pequeño, medio y gran porte, con equipos de más variados tamaños. Y a pesar del estilo arquitectónico denunciar la época en que algunos de ellos fueron construidos, es importante resaltar que el síndrome del edificio enfermo no afecta solo inmuebles antiguos.
Se trata de una enfermedad estructural descubierta recientemente, en 1982, cuando la OMS- Organización Mundial de la Salud reconoció que el aire interno de un hotel en Filadélfia había sido contaminado por la bacteria Legionella pneumophila, provocando 182 casos de pulmonía y 29 muertes. Entonces, la Organización Mundial de la Salud definió que el síndrome del edificio enfermo era definido por un conjunto de enfermedades causadas o estimuladas por la polución del aire en espacios cerrados. Hoy, la OMS estima que la enfermedad afecta por lo menos el 30% de los edificios alrededor del mundo.
Un caso que generó repercusión fue la muerte de la actriz Brittany Murphy en 2009, el motivo fue dado como anemia y pulmonía y después de 5 meses, el marido también vino a fallecer por el mismo motivo, paro respiratorio. La sospecha es que estuvieran en el inmueble las causas de las muertes tanto de uno como del otro.
¿Cómo saber si un edificio es enfermo?
Mucho se habla acerca de la polución del aire exterior, causada por la emisión de gases provenientes de medios de transporte e industrias. Pero, en el caso del síndrome del edificio enfermo, los síntomas son resultado de la polución interna, que básicamente se refiere al acúmulo de sustancias y microorganismos en el aire que respiramos en locales cerrados.
Imagine que pasamos el 90% del tiempo en locales cerrados, y solo en el ambiente de trabajo son por lo menos 8 horas al día. Ya, si el ambiente es vulnerable, la posibilidad de tener la salud afectada por microorganismos e impurezas dispersos en el aire que respiramos dentro de oficinas, salas y otros ambientes comerciales es mucho mayor que la probabilidad de desarrollar una enfermedad por causa de la polución de las calles.
Y para averiguar problemas de salud al síndrome en algún edificio, es importante estar atento a los detalles. Para que un especialista dé ese diagnóstico, es necesario que el 20% de las personas que ocupan el ambiente de trabajo presenten los mismos síntomas. Entre ellos, están: dolor de cabeza, náusea, irritación en los ojos, nariz y garganta, mareo. Basta que se presenten por lo menos dos de esos síntomas, una vez por semana para que una alerta sea accionada.
¿Qué causa polución interna?
En el caso de los edificios, la polución interna que provoca el síndrome puede ser desencadenada por diversos factores que van desde la ubicación del edificio y los materiales de construcción utilizados, hasta el día a día de trabajo de los colaboradores y los sistemas de aire acondicionado puesto ahí.
Durante la fase de construcción o de reforma, el gatillo para el desarrollo del síndrome del edificio enfermo puede ser el uso de materiales de baja calidad. Es que después de seis a doce meses, la pintura, el yeso y el cemento empiezan a soltar partículas tóxicas que permanecen esparcidas en el aire. La inhalación de las partículas puede provocar complicaciones en los cuadros alérgicos.
Ya en el día a día, los factores que más contribuyen para el aparecimiento de ese problema son: falta de mantenimiento del acondicionador de aire, falta de renovación del aire interior e iluminación baja, oscilación de temperatura y principalmente el exceso de humedad.
Los ambientes que hacen uso de algún sistema de climatización son los que más presentan posibilidad de desarrollar el síndrome.
A pesar de la evidente comodidad y bienestar que los sistemas de climatización ofrecen durante las épocas más calientes del año, la falta de mantenimiento y limpieza frecuente favorece la proliferación de hongos y bacterias en su filtro y, enseguida, en el aire que los ocupantes de estas áreas que respiran.
Además, la llamada polución imperceptible, causada por esos seres microscópicos no es resultado solo del uso de climatizadores, humidificadores y del acondicionador de aire. Otras causas, aún poco mencionadas, como por ejemplo la humedad alta, también tiene una gran parcela de culpa en los problemas desarrollados por ese tipo de polución.
Es que, en exceso, ella favorece la rápida proliferación de hongos que representan el 25% de las causas del síndrome, pero nosotros no nos damos cuenta de eso. Y sus efectos no suelen ser asociados al desarrollo o agravamiento en el cuadro de cualquier enfermedad.
Y no es bien así. Principalmente en personas con hipersensibilidad, el exceso de humedad sumado a la falta de ventilación y de limpieza del acondicionador de aire pueden causar serios perjuicios a la salud.
¿Cuáles son las enfermedades relacionadas al síndrome del edificio enfermo?
Cualquier persona que ya sufra con alguna enfermedad respiratoria tiene su cuadro empeorado por el síndrome del edifico enfermo. Eso porque portadores de asma, rinitis, sinusitis y bronquitis presentan sensibilidad a los ácaros, hongos y algunos tipos de bacterias. Como reacción, esas personas presentan síntomas de crisis solo durante el periodo en que se quedan en el ambiente cerrado.
A lo largo del tiempo, los estornudos, tos seca, irritación en los ojos y nariz se vuelven frecuentes y la tendencia es que los cuadros se vuelvan más graves y toda la productividad sea perjudicada.
¿Cómo prevenir el síndrome del edificio enfermo?
El primer paso es mantener la limpieza de los ductos y filtros del acondicionador de aire en día. Pero, solo eso no es suficiente. Un ambiente equilibrado es lo que mantiene el ambiente libre de cualquier foco de proliferación de microorganismo nocivo a la salud. Utilizar productos de limpieza con compuestos orgánicos volátiles que no hacen daño a la salud y en la cantidad correcta, es el primer paso ya que los cuidados diarios con la recepción, las mesas de trabajo, baños y salas de reunión hacen toda la diferencia.
Hay personas que toman como medidas rigurosas la eliminación de revistas, periódicos, alfombras y moquetas donde los hongos viven. Pero, vale resaltar que eso no significa acabar con el origen de los problemas, puesto que esos microorganismos continuarán a reproducirse si el ambiente permanece húmedo.
Por eso, es de extrema importancia mantener la humedad entre el 50% y el 60%, niveles indicados por la OMS – Organización Mundial de la Salud como ideales para la salud de los seres humanos. Y solo el uso de un Desidrat permite controlar la humedad de los ambientes cerrados. Desarrollado para llevar calidad del aire de forma práctica y moderna a todos los ambientes, el equipamiento puede y debe ser usado en locales que tengan acondicionador de aire. El deshumidificador de aire Desidrat transforma toda humedad en exceso en agua líquida que cae en el depósito, y a través del filtro de PVC sumado a la cortina húmeda del serpentín, retiene el 90% de las partículas en suspensión. Todo aquel polvo del ambiente se hace evidente cuando retiramos el filtro del equipamiento, por eso es necesario hacer la limpieza del filtro una vez por semana.
Creados para atender desde las áreas de uso colectivo y que atiendan un gran número de personas, como la recepción, el sector de ventas, producción, áreas de almacenaje hasta residencias y ambientes menores. Los modelos de deshumidificador de aire Thermomatic actúan como prevención contra el síndrome del edificio enfermo.
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