Deshumidificador para Editoriales
Sujeto a la influencia de las condiciones climáticas en el ambiente, la producción editorial requiere el control de la humedad para evitar que los papeles, tintas y libros confeccionados sufran cambios durante el proceso de impresión y almacenamiento. De propiedad higroscópica, toda la materia prima utilizada para hacer libros es propensa al daño causado por el exceso de humedad.
Riesgo inminente para la producción editorial, la alta humedad aún causa problemas técnicos en la maquinaria, capaz de evitar la impresión de narrativas que tomaron meses para que fueran escritas, revisadas y aprobadas por la editorial.
El problema causado por la alta humedad en las editoriales
El mejor sentimiento del lector al abrir un libro recién comprado es el olor. Oler el aroma de las nuevas páginas es uno de los momentos más esperados después de la compra. Pero esto solo es posible si el papel y los libros confeccionados son almacenados en lugares ventilados, con un control adecuado de temperatura y humedad, y si los almacenes son desinfectados para evitar la proliferación de hongos.
Estando al frente de una editorial, usted sabe lo importante que es el papel como sustrato para su rutina diaria y que debe ser preservado con mucho cuidado, ya que existe una alta posibilidad de daños antes de la impresión. También es importante que su almacén esté estructurado de la manera correcta para que el estándar de calidad del producto final no se vea afectado.
Si se almacenan en embalajes de cartón, deben permanecer separados al menos un metro entre sí para permitir que circule el aire. El cartón también absorbe la humedad del ambiente y, si está por encima del 60%, todo su material está en riesgo de deterioro, lo que resulta en la eliminación de un lote completo de libros y muchos daños en su bolsillo.
A medida que proliferan hongos como Aspegillus, Thrichoderma, Stachybotrys, Chaetomium globosum, Risophus y Mucor, las páginas y la portada de cada libro se manchan completamente y, con el tiempo, hacen que la venta sea inviable.
A partir de ahí, comienza el problema, las páginas se arrugan, adquieren una forma ondulada y se vuelven amarillas. La ubicación del almacén también es propicia para el desarrollo de polillas, insectos que se alimentan de papel y dañan las páginas de libros o revistas mal almacenadas.
La importancia del control de la humedad durante el proceso gráfico
La asociación entre editoriales e imprentas no es nueva, y es esencial que ambos estén alineados para que la producción de libros se realice de manera eficiente y con la calidad que el lector merece.
Si su editorial también lleva a cabo el proceso gráfico de los materiales impresos, se debe duplicar el cuidado con la humedad. La conservación de los ambientes es esencial para evitar daños. De lo contrario, las pérdidas y perjuicios financieros serán seguros.
El primer cuidado necesario es con la tinta y el sustrato, pues son la materia prima de su negocio. Es necesario mantenerlos almacenados en un ambiente con humedad controlada entre el 30% y el 40% y temperatura a 25 ° C. Esto evita que el producto se endurezca o se vuelva demasiado líquido, además de evitar que el papel absorba el agua, lo que lo hace inutilizable.
También se debe observar la calidad del papel utilizado en las impresoras. Si el material está húmedo debido a un almacenamiento deficiente, se atascará en la impresora y ralentizará la producción, perdiendo tiempo de hora / máquina. La humedad también provoca un retraso en el secado de los cuadernos, lo que retrasa todo el proceso de la editorial, lo que sin duda dejará a su cliente insatisfecho con el servicio.
El uso del deshumidificador en las editoriales
Tanto en la producción como en el almacenamiento, se recomienda utilizar un deshumidificador de aire Desidrat para controlar la humedad del ambiente. La humedad es controlada y se mantiene en los niveles requeridos para cada proceso, desde el almacenamiento de tintas y papeles hasta el almacenaje de revistas y libros terminados.
Thermomatic ofrece equipos preparados para acelerar su línea de producción, que ya no sufrirá problemas relacionados con hongos, polvo y deterioro de materiales higroscópicos.
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